Ni juegos ni consolas, ahora los portátiles somos nosotros...los jugadores. Debo admitir que siempre fui muy reacio a lo que se entiende como juegos "móviles". Honestamente no podía incluirlos bien en mi estilo de vida y habiendo estudiado la carrera de desarrollador de videojuegos los sentía como una simplificación extrema de lo que realmente significa sentarse y disfrutar de un buen juego (y del todo proceso de desarrollo). No quiero que se mal interprete ya que no digo que me pareciesen "malos" juegos los de celulares sino demasiados simples y con políticas comerciales que en mi opinión eran de mal gusto. Posteriormente me prestaron una consola externa, una PSP para ser exactos, y nuevamente no me gustó demasiado. La encontraba incomoda para manejar, la pantalla pequeña y los juegos no terminaban de ser mi agrado, por ende llegue a la conclusión de que los juegos portátiles no eran lo mío aunque suelo pasar fuera de mi casa prácticamente todo el dí...